No. 1


Claudia Rocío Rodríguez Rincón * Yo. Yo soy * 2008-2009


El 1 de septiembre de 2007, inicio de manera tangible esta exploración, pensando en qué soy. Miro mi cuerpo e imagen física que se refleja y proyecta: La imagen fotográfica, la imagen reflejo del espejo…  Y mi cara,  la parte del cuerpo que inmediatamente me identifica como yo. Percibo una gran distancia entre eso que veo y eso que “siento” ser; la imagen que veo no me deja saber que esa soy yo. Entonces me nombro: “la hija de mis papás”, “la hermana de mi hermana”. Empieza esa consiente angustiosa y extraña sensación por saber que nunca voy a ver mi cara desde mis propios ojos, nunca voy a ver mis propios ojos desde mis ojos sino solo  reflejos.  Registro estas experiencias en una gran bitácora en donde también invento juegos con la intención de establecer una disciplina que me permita avanzar conscientemente en mis percepciones. “Aparecen” así el tiempo y el espacio, aparecen palabras que se desdibujan en sus significados, aparecen objetos que quieren parecer y ser otras cosas, y aparece la insistencia de un cuerpo, a veces adolorido, a veces danzando y a veces siendo otros, respirando, palpitando, moviéndose a muchas velocidades a la vez y de pronto pensándose  vivo.
Tengo la necesidad de acumularme, recogerme, medirme, dibujarme, recordarme, inventarme, vestirme y desvestirme, habitarme, borrarme, imaginarme, repetirme, probarme, perderme, generarme y degenerarme, formarme y deformarme, decirme, interminarme, imitarme, accidentarme… bordarme, ABORDARME. Y se me ocurrió irme a bordar.
Pienso la existencia, mi existencia, como un gran círculo como mi gran acontecimiento armado de otros acontecimientos y estos de otros acontecimientos más pequeños… los acontecimientos se entrelazan y crean subjetividades, arman una cartografía propia y personal. Se expanden y se contraen, se repiten con sus diferencias y van dejando huellas o vestigios, en la experiencia.
 Mis medidas corporales se proyectan en la medida de mis acontecimientos o círculos, ahora recorto grandes círculos con mis medidas como diámetros y empiezo a dibujar dentro de ellos punto a punto más círculos, “tejiendo” una realidad abstracta pero con el sentido de contenerse a sí misma. Abordo el mundo y me a-bordo.
Paso 144 horas en este proceso de bordado. Hago un registro en video de las acciones: medir, recortar, dibujar y coser sobre mi intención de acumular simbólicamente mi tiempo de vida. Así se construyen uno a uno los círculos. La materia cambia de forma mientras mi cuerpo entra en una especie de estado meditativo. Una acción que se repite una y otra vez mientras  percibo mi existencia como un evento frágil que se hace y acumula en la memoria y clama por hacerse visiblemente físico. Mi cuerpo empieza a cambiar, descubro cómo hacer más efectivas cada una de las acciones del proceso, desarrollo la habilidad de bordar y con ella callosidades en los dedos. Entonces me percibo a mí misma como un todo sistemático que se riega en el mundo y se adapta en su hacer, se hace simultáneamente en su hacer

Y como el caracol que desarrolla con cuidado su concha teniendo como resultado una estructura que lo contiene y lo guarda, ésta construcción circular resulta un vestido que puedo usar y me “hace ser YO”. Construyendo mi “ser” en el hacer. Ahora puedo ver el reflejo del mundo conmigo adentro. Y soy cuerpo en la cosa, me hago en el tiempo. Llego a definir un poco mi existencia haciendo-siendo e impregno con esto la “realidad”. Me anclo al mundo.
En mi deseo de ser una bailarina, me pongo este VESTIDO extensión de mi cuerpo y me dispongo a danzar círculos en círculo. SOBRE MI MISMA.



Claudia Rocío Rodríguez Rincón * Sobre mí misma * 2010

Mi primera acción performática, después de tener experiencias muy cercanas al cuerpo a través de la danza Butoh y comprender mi ser como parte de un todo que guarda en su esencia el momento primero en que “aparece” la energía, se genera el movimiento, se sincronizan no sé qué fuerzas y se hace la vida.

Impulsada por mi deseo y voluntad me dispongo a vestirme con mi VESTIDO resultado del proceso Yo. Yo soy,  soy yo misma apareciendo o construyéndome poco a poco, capa a capa. Es preciso el inicio marcado por la concentración de silencio y quietud. El movimiento empieza a desarrollarse lentamente construyendo un espacio circular que contiene infinitos círculos. Marco el momento y dejo huella del acontecimiento en mi cuerpo. Busco encontrarme y poseerme y danzar sobre mí. Acerca y alrededor de mí. Tengo una caja de música, ella me da la pauta o intervalo de existencia. Esa melodía circular dibujada punto a punto en un cilindro metálico se repite impulsada por la energía de la cuerda que yo misma acciono. Me dejo ser y me convierto en mi propia bailarina.
Redescubro conscientemente motivos expresivos que tomo como referentes para la continua producción de mí misma: autoresingularización.
Hay un antes y un después de la acción performática. Este intervalo está determinado por búsquedas y haceres constantes y vitales. Pulsiones que se recrean y nutren el devenir creativo.  Este devenir es vida y muerte. La duración del acontecimiento deja en la experiencia vestigios que están aparentemente inanimados en el mundo. Como la luz de un bombillo que está cuando se prende y se “va” cuando se apaga, soy bailarina mientras me pongo el vestido y acciono la caja de música.

 Registro fotográfico de la performancia
tomado por
El Maestro Dioscorides Perez

Claudia Rocío Rodríguez Rincón “Sobre mí misma”, Maloka, sábado 18 de septiembre, Bogotá D.C.,  2010
































Comentarios

carolina ha dicho que…
me has encantado desde las primeras palabras hasta las imágenes que vuelan en movimiento con reflejos y sobras.... bellisimo
un gran abrazo
caro

Entradas populares de este blog

No. 2